Opinión DF LAB – Por Antonia Fortt (Revisa el artículo original)
Cada vez es más evidente la importancia de la minería del cobre en Chile. Sus ingresos representan una décima parte del PIB y son fundamentales para financiar proyectos estatales. Además, es una fuente de empleo relevante en regiones como O’Higgins y Tarapacá. Sin embargo, la industria enfrenta desafíos por el cambio climático, la escasez de agua y aumento de la necesidad de disponer relaves, lo que ha impulsado la adopción de nuevas formas de abastecimiento del recurso hídrico. De acuerdo con cifras del Anteproyecto de la Política Nacional Minera 2050 el aumento del uso de agua desalada ha sido de un 15% entre 2010 y 2019.
Los relaves son uno de los riesgos más importantes para la minería, tanto para la continuidad del negocio como desde la perspectiva socioambiental. Por esto, cabe destacar que en las regulaciones mineras se involucran diversas instituciones como la Dirección General de Aguas (DGA), el Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN) y la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA).
Con todo, la minería del cobre se ha convertido en una de las actividades con mayor énfasis en los controles ambientales, la SMA emitió instrucción para supervisar parámetros en depósitos de relaves. Aplica a más de 50 depósitos de más de 100 millones de toneladas con RCA favorable. Monitorea generación de relaves y exposición en aguas subterráneas y superficiales. Incluye parámetros como caudales, pH, conductividad, temperatura y 21 elementos químicos medidos trimestralmente.
Estas medidas de control llevan a subir un escalón más los estrictos monitoreos de los depósitos de relaves, ya que además de propender a su menor uso de agua, son cada vez más fiscalizados y menos tolerados en las comunidades donde se emplazan. Por lo que resulta fundamental pensar hoy en tecnologías más innovadoras en su generación, y más aún en su reprocesamiento. Conceptos como economía circular toman plena vigencia. La economía circular en minería tiene relación con agregar valor a los descartes de la minería que suponen grandes masas de material convirtiéndolos en nuevas materias primas. En el caso de relaves, disminuir su generación, fomentar la creación de productos y reducir de este modo la huella hídrica, energética y de suelos será el principio de una minería sostenible.
El Plan Nacional de Relaves publicado por el Ministerio de Minería justamente aborda como tercer eje la economía circular e innovación, y configura uno de los pilares de una minería de relaves sustentable. Las reformas a la institucionalidad ambiental son una oportunidad para el país, porque incorporan estrategias en los procesos de permisos y en los procesos posteriores de fiscalizaciones para establecer los marcos normativos que faciliten el reprocesamiento de depósitos de relaves y su utilización como materias primas de otras industrias.
Concretar un Centro de Investigación de Relaves no solo mantendría a Chile como la capital mundial minera sino que también como un centro de conocimientos y servicios para la recuperación de suelos impactados por la minería.
Biografía:
Antonia Fortt es especialista en materias de medio ambiente evaluadora de conformidad ambiental (ECA) en alcances de Aire, Agua y Suelo con resolución dictada por SMA y experta nacional ISWA de residuos, ESG, epidemiología, cumplimiento ambiental y sustentabilidad en minería. Cuenta con 19 años de experiencia en terreno y consultoría en temas ambientales, habiendo trabajado en varias compañías mineras que operan en Chile, incluida CODELCO. Es Ingeniera Civil Ambiental con un Magíster en Epidemiología y un MBA Minero. Ha realizado estudios de agua continental, marina y subterránea en diferentes regiones de Chile.
Revisa la última nota de prensa con opiniones de Antonia Fortt en el Diario Financiero.